Hola a tod@s, hoy quiero compartir con vosotros la ruta que realizamos el sábado día 9 de junio de 2018. Hacía tiempo que no realizábamos una marcha de este tipo, pero nunca es tarde para rememorar buenos tiempos.
La verdad es que nuestra práctica ha evolucionado desde la primera que realizamos allá por el mes de octubre de 2016. Comenzamos caminando, cargados de mochilas con un avituallamiento excesivo, zapatillas inadecuadas y pies delicados.
Además, todas nuestras marchas hasta ahora habían tenido Mérida como punto de partida y fin. En este caso nos fuimos a la localidad de Don Benito, dónde tierra y Guadiana se abrazan… Bueno está, dejemoslo ahí.
En la marcha que realizamos el sábado alternamos caminar y correr (CACO), equipo idóneo (zapatillas y mochilas) y unos pies ya curtiditos. A lo que hay que sumar las ganas intactas del primer día, acrecentada si cabe al ver que vamos mejorando.
Así pues, está que os voy a contar es la Marcha Cuartelera IV. Este verano queremos realizar alguna más, a parajes en los que se combine naturaleza, difícil acceso, posibilidad de acercarse corriendo a la subida final y un kilometraje superior a los 25 km. Ah, se me olvidaba, y un vértice geodésico en la cima.

Perfil de la ruta
La ruta del sábado cumplía todos estos requisitos. Comenzó el sábado a las 6 a.m cuando el compañero me recoge y partimos dirección Don Benito. Por el camino nos caen gotas de lluvia y comienzo a recordar la noche de perros de las LXVII Millas de este año. FInalmente la lluvia nos respetara durante toda la mañana, afortunadamente.

Plano de la ruta seguida.
La ruta no tiene complicación hasta el kilómetro 8.8. Partiendo de la plaza de toros tomamos un carril bici que nos lleva hasta la rotonda de la que parte la carretera EX-345, ahí tomamos el camino que conduce al santuario de la virgen local, cruzando el río ortiga por unas pasarelas hasta que el camino se bifurca y tomamos el de la izquierda. Hasta ahí el camino ha sido de jabre, blandito, cómodo, desde entonces tomamos una pista de zahorra, que en muchos tramos ha desaparecido y en donde predominan las piedras, haciéndolo incómodo a tramos. Además, hasta entonces el camino ha presentado un perfil suave, pequeños sube y baja, muy fáciles de superar. Invertimos 51 minutos en esos 9 km. Desde ese momento comienza el ascenso a la sierra. Hasta el kilómetro 11.150 la subida es tendida, se puede hacer corriendo, todavía estamos enteros.
La subida dura la enfrentamos a partir del kilómetro 11.150. Nosotros la encaramos siguiendo un cortafuego abierto en la ladera norte de la sierra. Si al hecho de no contar con el pavimento de una pista, por mal que este, le unimos la presencia de abundante piedra fragmentada amontonada, entendemos por que la subida se hace dura. El corta fuego nos lleva hasta un farallón de roca sobre el que hay que transitar hasta el vértice geodésico (667m SNM). Este último tramo también se hace incómodo, la acción de la erosión (gelifracción) va demoliendo poco a poco el material calizo que conforma la sierra y dificulta el paso en esta zona.
Desde el 8.8 km hasta el 13.1 km echamos una hora, lo que arroja un tiempo intermedio en la cima de 1 h y 51 m. Vamos bien, sobre todo por que una tormenta que nos pisaba los talones finamente se desvió y no nos mojó.

Tras las fotos de rigor para demostrar nuestro paso por la cima de la sierra de la Ortiga, comenzamos el descenso. En esta ocasión tomamos una pista, a veces un par de rodadas entre la vegetación, pero que nos permite correr en muchos tramos. Presenta un perfil más tendido que el cortafuego y nos deja de nuevo en el cruce del camino allá por el kilómetro 21. En estos siete kilómetros alternamos la marcha y la carrera, ya vamos tocaditos, e invertimos 1 h y 3 m (2 h 54 m).
De nuevo en el camino cómodo que nos tiene que llevar hasta Don Benito seguimos con nuestra marcha, el compi viene cansado y tomamos un trote suave hasta la plaza de toros, en donde el gps marca 28.9 km y un tiempo total de 3 h 53 m, no siendo esto lo importante, claro está.

Datos de la ruta
La ruta se puede calificar de fácil, cuenta con una aproximación muy cómoda y de los casi cinco km de subida, tres son llevaderos. El tramo final es duro pero las vistas que proporciona de las vegas del Guadiana son magnificas. Volveremos, al menos yo, es un buen entrenamiento para kilometrajes superiores.

Vista panorámica desde la cima de la sierra de la Ortiga
Espero que os haya gustado esta última aventura.
Un saludo a tod@s.